04 Jul
04Jul

                                        Por el Juancho Mazzeo @largavida.alrock.radio

Viernes de inicio del invierno, tardecita casi noche de un finde largo con mucho rock en la docta, temperatura de veranito de San Juan y el forcito que rumbea desde Cruz del Eje por la 38 hacia la ciudad capital. Los tiempos violentos que vivimos me llevan constantemente a los 90 y, tal vez por eso, hace días que vengo escuchando los primeros discos (o casetes) de La Renga, y me viene la imagen de mi amigo Pepe con su remera de “Esquivando charcos”, una rareza para mi pueblo y alrededores, cuando no estábamos tan controlados por la matrix y sus algoritmos. Tiempos en que pintábamos remeras a mano con una pintura que ahora no recuerdo el nombre y que recomendaban, al secar la pintura, pasar la plancha con un papel de diario para mejorar la adhesión. Es que se juntaban las monedas para ir a los recitales y no alcanzaba para comprar remeras.

Voy llegando a Casa Babylon a ver a Escalópez y Cabra da Peste (gran noche armada por la productora Cruz Diablo), y porque le hice caso a La Renga y seguí un camino que tenga corazón, y ahí voy. “Luciendo mi sa-sa-quito bluesero!” y estaciono para bajar y encontrarme con amigues, con familia: Vane, Franco, el Niko, la familia de Caraza, el Chofer, Jorge, Sole, Tati, y nuevas y hermosas personas que me van presentando y charlamos y reímos y la ronda se agranda. Es que hoy nos van a ver festejar. Pasada la medianoche, se agotaron las entradas y con un espacio estallado de locura y banderas los pibes de Escalópez salieron a la cancha con los tapones de punta: Mi genio amor, Volver a ser, Una huella, Maldita máquina (invitado Pratto Martinez en el saxo), 3 rock, Quién sos (invitado el Negro Gamboa), Juicio del ganso, hubo un cover de The Doors en la voz del Fer Diguglielmo, y Desesperado. Casi una hora para la banda de Manu, Fermín e Iván, la nueva generación del rock que sonó muy ajustado, muy bien, y, en la entrega arriba del escenario, se aprecia profesionalismo y que disfrutan mucho del escenario. En las dos veces que puede verlos, me gustó mucho la lista de temas que prepararon: un abanico amplio en ritmos e historia, desde clásicos de los 70, pasando por la sangre renguera de los 90 hasta los sonidos propios, sus creaciones artísticas que tienen ese adn del rock clásico pero resignificado por los sentires e historias de las nuevas generaciones. Y me gusta.

Un respiro en una noche de calor mientras se reacomoda el escenario para que salga la Cabra a banda completa con un lugar donde no entraba ni aire. Antes de las 2 y media la banda de los barrios comenzó el concierto: Cansado, La Terraza, Todas las ratas, Quien, Sobre las balas disparadas, Rio de janeiro, Artemisa, Pa que baile, Latino, Hermanos, Cuanta Policía, Malabares, Santiago, La voz ( con Julito de Perro Sabio), Costilla,  Bus al norte, Mal en karma, Las voces del barrio, Libres, Abstinencia (con el Manu), Ojala, Semilla (con Tito de La Pocha), Argentina, Entre la risa, Cambios y La vida siempre. En un par de temas estuvo Pratto Martinez con el saxo y otros personajes murgueros que suman al color y el festejo. Dos horas y media de una gran presentación, que se potencia con el laburo del Fer en el arte visual del escenario y el Tise en las luces. Vayan a ver a la Cabra, háganme caso, no se van a arrepentir.

Regreso a casa de madrugada, algo de niebla, mucha humedark y la ruta casi vacía. Una ducha, un par de horas de sueño, mates con milanesa de ayer mientras disfruto un rato de la visita de la familia, y a la ruta nuevamente porque hay banquete.

Viaje tranqui con la Eve de copilota, a pesar de ser finde largo, las rutas de las sierras son reflejo de la situación económica. En el estéreo suena “A dónde me lleva la vida” y llegamos al predio Ferial a buscar la acreditación y entradas: “y la vida me sirvió sólo para encontrar un lugar, y pudrirme en mi Rocanrol”, cantamos mientras nos bajamos del auto para caminar entre la familia renga que ya ocupa varias cuadras alrededor de la rotonda de ingreso al Kempes. Salgo a caminar, unas fotos de la previa, humo de diferentes sabores entre trapos que señalan ciudades y pueblos de nuestro país y países de la Patria Grande. Nos encontramos con la Romy y su pandilla (Eli, Mery, Mariana y Patito) para ir por el acceso norte e ingresar al estadio unos minutos después que finalice 4 al Hilo, banda cordobesa que estuvo de invitada en la previa. Muy buena banda del Fran, desde afuera se escuchó muy bien y tuvo como broche de oro al Semilla acompañando en Jijiji. Fiesta.

Ingresar al estadio y ver ese escenario fue ufff… piel de poio. Nos acercamos al costado del vallado con la Secta de les fotógrafes para abrazarnos, charlar, hablar de la vida misma, conocer debutantes en la captura de imágenes de un banquete, ser solidarios y acompañar en un momento de mucho nervios porque vamos a fotiar a una de nuestras bandas más amadas. Y te aseguro que la primera vez que salís a fotiar a La Renga tenés mucha ansiedark, nervios, un miedaso bárbaro, y está bueno que te acompañen en ese viaje. Antes de fotógrafes, somos parte de la familia renga, y la solidaridad es parte de nosotres. Unos minutos después de las 21.30 se apagaron las luces, se escuchó el rugido de un motor y el banquete fue servido: Buena ruta hermano, Motoralmaisangre, Corazón fugitivo, A tu lado, Buena pipa, A la carga mi rocanrol, Detonador de sueños, Parece un caso perdido, Destino ciudad futura, Ese lugar de ninguna parte, Cuándo vendrán, Bien alto, El ojo del huracán, El monstruo que crece, La vida, las mismas calles, Motorock, La banquina de algún lado, Lo frágil de la locura, Para que yo pueda ver, El rey de la triste felicidad, El mambo de la botella, Veneno, El juicio del ganso, En el baldío, Oscuro diamante, La razón que te demora, y un respiro para tanto agite. Volvieron con: Panic show, El rebelde (con el coro de escuelas de San Marcos Sud, dirigidos por Ramiro Lezcano, y que encabezan el proyecto de “canciones urgentes para mi tierra” donde denuncian el uso de agrotóxicos en los cultivos), El final es en donde partí y Hablando de la libertad. A las 12.20 el triciclo se retiraba del escenario.

Mientras se vaciaba el estadio, comenzó la llovizna y un vientito que nos ubicaba en la temporada de invierno, pero nada impidió compartir hermosos momentos post-banquete hasta casi las 6 de la mañana en el interior del Kempes. Volvimos por la 38 con lluvia y frío, hablando del recital, del escenario, pantalla, lista de temas, sonido, el coro de niñes. Nuestra sonrisa y emoción no creo que logren reflejar lo que vivimos, pero se acerca bastante. Las ¿50? mil almas nos fuimos más que felices por un nuevo concierto, con el cuerpo cansadaso, buscando algún sanguche que sume energías, porque el banquete termina cuando llegamos a casa. “buena ruta hermano si te vuelvo a ver te estaré esperando donde ya sabes” 

                                  Nos vemos la próxima. 

Pd: una gran alegría reencontrarme con el Fer Vera, gran persona. La próxima te hago acordar del libro nuevo. 

Pd 2: gracias a Prensa de La Renga, al Manu López, Amp Creadores y En vivo Producciones, por permitir que medios comunitarios y autogestivos puedan cubrir el recital. 

Pd 3: gracias a Romy y Caro, por la confianza y el compartir momentos inolvidables.

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